España también diseña y fabrica procesadores propios. Sí, chips “made in Spain”, creados por equipos de ingenieros nacionales y con una misión clara: garantizar independencia tecnológica, seguridad y competitividad en sectores estratégicos.
🧠 El cerebro de nuestras máquinas
Un procesador es el cerebro que ejecuta las órdenes en cualquier dispositivo: desde el móvil hasta un satélite. Fabricar un procesador propio significa tener control sobre la lógica interna de lo que usamos y producimos. En un mundo digital y geopolíticamente tenso, eso es oro.
🇪🇸 Por qué España decidió actuar
Durante años dependimos de chips extranjeros (Intel, AMD, Qualcomm…). Pero la crisis de suministros y los conflictos globales mostraron el riesgo de esa dependencia. España respondió impulsando proyectos tecnológicos de alto nivel.
1. 🧩 Lagarto, el procesador abierto español
Desarrollado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC), Lagarto es un chip basado en RISC-V, una arquitectura libre y abierta sin licencias propietarias.
- Objetivo: construir una base tecnológica europea para supercomputadores y servidores.
- Usos: inteligencia artificial, meteorología, defensa y ciencia.
- Ventaja: su código es auditable y no depende de patentes de EE.UU.
2. ⚙️ MareNostrum y los chips europeos
El superordenador MareNostrum 5, en Barcelona, es una pieza clave del esfuerzo europeo por tener hardware propio. Los chips españoles alimentan simulaciones científicas, predicciones climáticas o proyectos energéticos sostenibles.
3. 🔬 Startups que fabrican futuro
- Semidynamics (Madrid): procesadores RISC-V personalizados para IA.
- Imasenic (Madrid): sensores y chips para cámaras científicas y espaciales.
- Qilimanjaro Quantum Tech (Barcelona): procesadores cuánticos experimentales.
- IMSE-CNM Sevilla: investigación en nuevos semiconductores para Europa.
🛡️ Razones para fabricarlos aquí
- Soberanía tecnológica: independencia de países terceros.
- Seguridad: confianza en los sistemas críticos.
- Economía del conocimiento: empleo cualificado y patentes nacionales.
- Sostenibilidad: fabricación cercana y menor huella ecológica.
Fabricar chips no es solo tecnología: es una cuestión de autonomía, orgullo y visión de futuro.
🌾 Tecnología al servicio del territorio
Aunque los chips nacen en laboratorios urbanos, sus aplicaciones llegan a zonas rurales como Liébana:
- Sensores para medir humedad, temperatura o calidad del aire.
- Redes de riego y energía inteligente.
- Estaciones meteorológicas o cámaras de fauna conectadas.
Un chip español puede estar hoy mismo alimentando una placa rural cántabra: ciencia y territorio, conectados.
🚀 Mirando al futuro
España no compite en volumen, sino en inteligencia y especialización. En pocos años veremos chips nacionales en satélites, drones agrícolas y centros de IA europeos. Tener hardware propio será una ventaja estratégica.
🧭 En resumen
Fabricamos procesadores españoles porque queremos entender, controlar y mejorar la tecnología que usamos. No se trata solo de chips, sino de autonomía, conocimiento y futuro. Desde un laboratorio en Barcelona hasta una finca en Liébana, cada bit cuenta.