Futuro · Economía rural · Digitalización
En Liébana siempre hemos trabajado al ritmo de las estaciones, del ganado y de la tierra. Sin embargo, en los últimos años, una nueva herramienta convive ya con nuestros prados, tractores y rutas de montaña: la fibra óptica.
Aunque parte del valle ya disfruta de buena conectividad, el verdadero salto digital no depende solo de los cables que llegan a las casas, sino de lo que hacemos con ellos. La brecha actual en Liébana no es tanto de cobertura como de uso y formación.
Hoy ya no es necesario cruzar el Desfiladero de la Hermida cada mañana para tener una carrera con proyección internacional. Desde Potes, Camaleño, Cillorigo o Vega de Liébana, cualquier vecino puede trabajar en remoto, formarse, emprender o gestionar un negocio digital. Pero para que esta oportunidad sea real para todos, hace falta acompañamiento, espacios y habilidades.
Estas son las profesiones digitales que mejor encajan con la identidad y la realidad lebaniega, siempre que avancemos juntos en capacitación y digitalización.
1. El Artesano Digital (e-commerce)
Liébana produce miel, orujo, quesucos, borono, embutidos y artesanía. Productos que cualquier persona del mundo querría probar. La oportunidad existe, pero para convertirla en ingresos reales es necesario saber vender online.
- Profesión: Gestor de tienda online.
- Qué hace: crea una web atractiva, gestiona pedidos, organiza envíos, atiende al cliente y posiciona la marca en buscadores y redes.
- Por qué funciona aquí: los productos y el almacén están en el valle. Un joven de Liébana puede encargarse de la parte digital mientras una cooperativa o productor gestiona la elaboración.
- Reto actual: muchos productores no tienen tiempo ni formación digital para dar este paso. Hace falta acompañamiento.
2. Teletrabajo corporativo (el “nuevo vecino”)
Es una de las grandes oportunidades contra la despoblación: profesionales que trabajan para empresas de Madrid, Barcelona o Londres, pero viven en un entorno natural y tranquilo.
- Profesiones típicas: desarrollador de software, contable remoto, traductor, asistente virtual, diseñador UX/UI.
- Perfil: personas cansadas del estrés urbano que buscan naturaleza y una vida más sostenible.
- Impacto en el valle: traen sueldos urbanos que se reinvierten en el comercio local, dinamizan la vida en los pueblos y ayudan a sostener servicios públicos.
- Reto: necesitan espacios de trabajo y una comunidad con la que integrarse. Sin eso, muchos no se quedan.
3. Marketing turístico y gestión de experiencias
El turismo es el motor económico del valle, pero la competencia crece cada año. Hoy ya no basta con subir un anuncio a una plataforma: hace falta estrategia digital.
- Profesiones: community manager turístico, gestor de reservas, fotógrafo, diseñador web, creador de contenido.
- Tareas: gestionar Booking/Airbnb, crear contenido de redes sociales, optimizar webs, producir vídeos y fotografías profesionales.
- Oportunidad local: la mayoría de alojamientos no tiene tiempo ni formación para hacerlo. Es un campo abierto para jóvenes del valle.
- Reto: formación en marketing y herramientas digitales avanzadas.
4. Educación y consultoría online
La enseñanza y el asesoramiento online permiten que cualquier profesional de Liébana pueda trabajar con clientes de cualquier parte del mundo.
- Profesiones: profesor de idiomas, asesor fiscal, coach nutricional, instructor de software, tutor académico.
- Modelo: clases por Zoom, consultorías por videollamada, cursos grabados, formaciones híbridas.
- Ejemplos: un profesor de inglés viviendo en Pesaguero enseñando a alumnos de Madrid, o un especialista en ganadería regenerativa asesorando a fincas de toda España.
- Reto: mejorar la confianza digital y ofrecer apoyo técnico inicial.
5. Creadores de contenido (el “influencer rural”)
La vida en los pueblos genera un interés creciente en redes sociales. Liébana, con su paisaje único y su identidad propia, es un escenario perfecto.
- Profesiones: youtuber, podcaster, videógrafo, blogger.
- Contenido posible: rutas, cocina tradicional, ganadería, restauración de viviendas rurales, día a día en una aldea.
- Ventajas: monetización por publicidad, patrocinios y colaboraciones.
- Reto: formación técnica (edición, SEO, narrativa) y constancia.
El reto: alfabetización digital y espacios
Para que el crecimiento digital sea real, Liébana necesita dos pilares claros:
1. Capacitación y acompañamiento
La brecha digital del valle ya no es de cobertura: es de uso. Muchas personas no dominan trámites online, redes sociales, administración electrónica o herramientas básicas para gestionar un negocio. La digitalización será real cuando nadie se quede atrás.
2. Espacios de coworking
Un coworking en Potes o en una ubicación céntrica del valle sería mucho más que un edificio: sería un punto de encuentro para emprendedores, teletrabajadores, estudiantes y formadores, generando comunidad y proyectos.
Conclusión
Liébana tiene lo que el mundo moderno busca: silencio, naturaleza y comunidad. La fibra ya está llegando, pero la verdadera digitalización se construye formando a la gente, creando espacios y acompañando a quienes quieren mejorar.
El futuro del valle no está solo en preservar nuestras tradiciones, sino en adaptarlas al mundo digital y compartirlas con quienes quieren conocerlas. La nube también puede ser lebaniega.